¿Qué es el astroturismo?
El astroturismo explota el cielo nocturno como recurso natural y engloba todas aquellas experiencias divulgativas, recreativas, culturales o medioambientales. El astroturismo protege la calidad del cielo, promueve la astronomía como cultura y genera recursos económicos. Puede englobar observaciones de la bóveda celeste a simple vista o a través de instrumentos ópticos, visitas a enclaves astronómicos, charlas, eventos, etc.
La persona que disfruta del astroturismo se desplaza hasta lugares que ofrecen buenos cielos para realizar observaciones guiadas o libres, visitas a enclaves con un atractivo particular relacionado con el cosmos (histórico, científico, artístico o cultural) o planifica viajes cuyo leitmotiv es la observación de algún evento astronómico. Todo ello se realiza con un fin recreativo, no necesariamente científico, para un disfrute personal.
(El Nocturnario, definición propia, el término aún no está incluido en la RAE)
En la antigüedad, cuando el sol se ocultaba y la única luz que iluminaba las noches era el resplandor de la Luna y las estrellas, cualquier persona desde su propia casa, y desde cualquier parte del mundo, podía disfrutar de la intensa belleza de la bóveda celeste. En aquellos tiempos el cielo nocturno era patrimonio de todos (fig. 1).
Sin embargo, la revolución industrial trajo consigo la luz del Sol a cualquier hora del día o de la noche. Paulatinamente se fueron encendiendo cada vez más luminarias en los entornos urbanos, y con cada nueva bombilla, se apagaba una estrella. El cielo nocturno perdió su “luz” natural y éste fue el comienzo de la contaminación lumínica, el cielo nocturno pasó a ser patrimonio de unos pocos.
Este fue el momento en el que aquellas personas enamoradas del cielo iniciaron su peregrinaje, desde los contaminados núcleos urbanos, a los entornos naturales y privilegiados que aún conservaban cielos limpios de contaminación lumínica, para poder seguir soñando viendo las estrellas.
Nace así el astroturismo.
Aún así, esta práctica carecía de un término propio y estaba reservada, sobretodo, a las astrónomas y astrónomos profesionales que se dedicaban a la investigación, o a unas pocas aficionadas y aficionados a la astronomía que salían de las ciudades con sus telescopios para ver las estrellas. Con el tiempo la terminología evolucionó al ritmo de las sociedad y lo que antes era una práctica minoritaria para el disfrute personal o con fines científicos, se convirtió en un negocio y con él llegó la necesidad de ponerle nombre.
Desde la profesionalización del monitor de astronomía, y la explosión de empresas que se dedican a la divulgación astronómica, varias organizaciones comienzan a usar el término astroturismo y éste pasa a convertirse en una palabra de uso común. ¿Qué es entonces el astroturismo? ¿Qué engloba? ¿Cómo surge y quién lo ha promovido? En este artículo realizamos un profundo análisis del astroturismo para observar de cerca sus orígenes, fundamentos, regulación, limitaciones y futuro.
Etimología del astroturismo
Cuando un nuevo término irrumpe en el lenguaje cotidiano siempre surge la duda “¿Qué es?” y la primera disección que debemos realizar para responder a esta pregunta es la propia etimología de la palabra. En el caso del Astroturismo observamos rápidamente que se trata de la unión entre dos términos de uso cotidiano. Por un lado:
- “Astro-” del latín astrum y este del griego ástron astro, constelación, sol, derivado de astér estrella. Hace referencia al toda aquella práctica relacionada con el firmamento nocturno.
- “-turismo”, del latín tornus, que quiere decir vuelta o movimiento.
Los orígenes del astroturismo
Aunque la práctica del astroturismo, entendido como desplazamientos humanos con fines astronómicos, se remonta cientos de años en el tiempo, el concepto es relativamente moderno.
En 2003 la UNESCO promovió una iniciativa para reconocer el Patrimonio Astronómico Mundial. Cinco años después firmaron un Memorando del Entendimiento con la IAU que dio como resultado un análisis del patrimonio astronómico y la creación del portal Astronomical Heritage.
Un año después de que la UNESCO pusiera el foco en la astronomía, en 2004, la consultoría LeoPartners realiza un estudio estratégico de la isla de la Palma (Islas Canarias, España) y elabora un plan de reposicionamiento. En su análisis vieron el potencial turístico de las observaciones astronómicas en la isla, ofreciendo una estrategia global de transformación turística.
Hasta ese momento los operadores turísticos no habían comenzado a explotar la astronomía como temática para sus catálogos, más allá de los viajes organizados para la observación de eclipses u otros eventos astronómicos.
El concepto de astroturismo comienza así su andadura sobre el papel. Poco después, la consejería de Turismo Cabildo de La Palma, la empresa pública Sopedal (Sociedad de promoción y desarrollo económico y social de la Palma) y el Servicio de Juventud de la corporación insular, ponen en marcha el programa de promoción del astroturismo.
Desde las Islas Canarias, el astroturismo cruza el charco hasta países latinoamericanos. Es en Bolivia y Chile, por este orden, donde mayor penetración consigue en muy poco tiempo.
Chile, un territorio con algunos de los observatorios astronómicos más importantes del mundo (ESO La Silla, ALMA, VLT, Gemini Observatory, CBI, APEX, y un largo etc.), toma en alta consideración el turismo de estrellas y comienza a potenciarlo institucionalmente a nivel nacional.
Pone en marcha el proyecto Astroturismo Chile, en colaboración con el Servicio nacional de Turismo (SERNATUR), la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) y el European Southern Observatory (ESO). Chile experimenta así un gran desarrollo en un corto periodo de tiempo, potenciándose el astroturismo como negocio, impulsando la formación de profesionales y la transformación de empresas hacia el ámbito turístico. Desde 2015 potencian el astroturismo a nivel internacional.
2007 es otro de los años clave en el desarrollo del astroturismo en España. De nuevo en la Isla de la Palma, se celebró la Conferencia Internacional “Starlight a common Heritage” impulsada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). En ella se elaboró la “Declaración de La Palma en Defensa del Cielo Nocturno y el derecho a observar las Estrellas” y surge de esta conferencia la fundación Starlight. Ambas organizaciones toman como bandera el concepto de astroturismo y comienzan a promoverlo a todos los niveles.
Astroturismo y otras formas de turismo
El astroturismo se combina fácilmente con otras disciplinas turísticas, como el turismo rural, el turismo activo o el turismo sostenible. Supone tanto para profesionales como para turistas un fértil campo de oportunidades para crear o vivir experiencias enriquecedoras.
Una parte importante de las experiencias astroturísticas se desarrollan en los entornos naturales, por lo que supone un nuevo y potencial atractivo para los ya consolidados turismo rural, turismo activo, etnoturismo y arqueoturismo.
Las actividades de astronomía maridan con otro tipo de experiencias rurales como las estancias en alojamientos rurales, senderismo nocturno, rutas a caballo, catas de vino, visitas a observatorios y muchas otras combinaciones que nacen de la creatividad de los promotores de las mismas.
Entre el turismo más urbanita, el astroturismo tiene también un gran potencial: visitas a Museos, observatorios que han quedado absorbidos por los núcleos urbanos, planetarios o enclaves con valor astronómico.
Si hablamos de viajes planificados, los operadores comienzan a descubrir el atractivo de los destinos astroturísticos.
Así mismo existen otras formas de turismo en auge donde el astroturismo es bienvenido. Es el caso del ecoturismo o turismo sostenible, una modalidad también reciente que se centra en un modelo de turismo respetuoso con el medio ambiente. Y cabe preguntarnos ¿Qué es el turismo sostenible? y ¿Es realmente el astroturismo sostenible?
El astroturismo, un turismo sostenible
Siempre que se habla sobre astroturismo se relaciona directamente con el turismo sostenible. Según la Organización Mundial del Turismo:
«El turismo sostenible es aquel que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.»
UNWTO
El astroturismo surge de la necesidad de alejarse de la contaminación lumínica y el grueso de sus actividades se desarrollan en entornos naturales. Para poder simplemente existir y perdurar en el tiempo como modalidad turística, el astroturismo ha de promover el cuidado y respeto del medio ambiente. Por tanto, podríamos afirmar que el astroturismo es un turismo sostenible.
Sin embargo nuestra visión personal, desde El Nocturnario, es más crítica. El auge del astroturismo trae consigo la masificación y prácticas cuestionables desde el punto de vista medioambiental, que hacen necesaria la puesta en marcha de organismos reguladores que garanticen el cuidado y respeto del entorno para preservar el astroturismo como un turismo realmente sostenible.
Las empresas de astroturismo
El astroturismo engloba un gran número de empresas cuya actividad principal o complementaria es la divulgación astronómica.
En este abanico entran los profesionales autónomos o empresas como la nuestra que de alguna forma, sus integrantes, se han formado, profesionalizado y especializado en la divulgación de la astronomía, en la organización de experiencias recreativas y culturales. Pero también caben agencias de viajes que ofrecen destinos turísticos cuyo atractivo principal es la astronomía (la observación de auroras boreales, eclipses, etc.), alojamientos rurales que incorporan infraestructuras como cúpulas, telescopios o experiencias de astronomía, museos tematizados u observatorios astronómicos de uso divulgativo e incluso científico, entre muchos otros recursos.
Como se puede apreciar, se trata de un sector profesional muy amplio definido por una temática común.
Hace 10 años, en el ámbito geográfico nacional, tan solo existían un par de empresas dedicadas a la divulgación de la astronomía con fines recreativos. Las asociaciones cubrían, en gran medida, las inquietudes astronómicas de los aficionados.
Sin embargo, viendo en este sector un potencial negocio y con los cambios sociales de la última década, muchas personas han transformado su afición en profesión para cubrir una demanda cada vez mayor.
A día de hoy el número de empresas de astroturismo no deja de aumentar careciendo, por el momento, de un ente regulador que las contabilice. Ejemplo de ello es el aumento de empresas de astroturismo en la Sierra de Guadarrama.
La regulación del astroturismo, una necesidad urgente
Si hablamos de regulación del astroturismo en nuestro país nos encontramos en este momento ante un vacío legal. Algunas organizaciones, como la Fundación Starlight, tratan de posicionarse como reguladoras del astroturismo pero que, careciendo de una capacidad legisladora, ejecutora y jurídica, el vacío legal se hace patente.
La eclosión de las empresas de astroturismo y su crecimiento exponencial hace necesaria una regulación urgente que vele por la seguridad, la consolidación, el fortalecimiento y el bien común del sector.
La Isla de la Palma, como territorio pionero en astroturismo, comienza a dar pequeños pasos en este campo. En marzo de 2021, el consejero de Turismo del Cabildo, Raúl Camacho, ya avisaba de la necesidad de crear una normativa que evite que las empresas de astroturismo puedan “subir a la cumbre a hacer fiestas sin control”, promoviendo la firma de un convenio con el IAC, el Ayuntamiento de Garafía y el Cabildo para poner límites al turismo de estrellas.
El actual marco normativo que regula esta actividad no es específica del sector, si no mucho más general. El astroturismo entra dentro de las normativas de turismo activo y contaminación lumínica.
Si hablamos sobre el turismo activo, se trata de una modalidad ya consolidada. En 2021 se cumplieron treinta años desde la primera regulación en España de este sector. A día de hoy se gestiona a nivel autonómico, habiéndose aprobado regulaciones en 14 de las 17 comunidades. Todas ellas se pueden consultar aquí.
En el caso de la contaminación lumínica la primera regulación aprobada en España fue la denominada Ley del Cielo de Canarias, Ley 31/1988, de 31 de octubre. Posteriormente en Cataluña se aprueba la Ley 6/2001, de 31 de mayo. Más tarde se unen Baleares, Navarra, Cantabria y Andalucía. Todas quedan respaldadas por la ley estatal 34/2007, del 15 de noviembre y pueden consultarse en la Red Española de estudios sobre Contaminación Lumínica.
Limitaciones actuales y el futuro del astroturismo
El astroturismo es una tendencia en auge que combina la pasión por la astronomía, el turismo sostenible y la educación científica. Este modelo de negocio ofrece experiencias únicas y valiosas para los viajeros, y al mismo tiempo permite promover el desarrollo económico local y la conservación del medio ambiente. No obstante, como hemos visto, es fundamental establecer regulaciones institucionales que protejan los recursos naturales y garanticen la sostenibilidad del astroturismo a largo plazo. Esto implica controlar el acceso a ciertas ubicaciones astronómicas para evitar la sobreexplotación y el deterioro del medio ambiente. Además, se debe abordar el impacto de la contaminación lumínica en áreas cercanas a estos lugares, implementando medidas para preservar la calidad del cielo nocturno, incentivando el uso responsable y sostenible del alumbrado público y privado.
En otro ámbito, estamos viviendo el nacimiento exponencial de monitores de astroturismo que por cuenta propia o ajena se suman al turismo de estrellas. Sin embargo no existe una formación reglada que garantice unos estándares básicos de conocimientos, habilidades divulgativas, derechos y deberes para estos profesionales, lo que plantea, en estos momentos, un marco sin control que debe ser abordado por los propios profesionales para proteger el sector y garantizar su futuro.
Tras unos años de eclosión, la realidad da fe del potencial del negocio, pero el transcurso de los hechos plantea un reto conjunto entre los agentes del astroturismo y las instituciones. Solo a través de una gestión adecuada y responsable podremos aprovechar plenamente los beneficios de este creciente sector, preservar la belleza del cielo nocturno y compartirla con las futuras generaciones.
Biografía, webgrafía e información adicional
- Nasarre Sarmiento, J.M., La regulación de las empresas de turismo activo hacia la tercera década del siglo XXI. ROTUR, Revista de Ocio y Turismo Vol. 14(2) (2020) pp. 23-36. ISSN-e 2695-6357
DOI: https://doi.org/10.17979/rotur.2020.14.2.6575 - Sanagustín Fons, M.V., El astroturismo como instrumento para el desarrollo socioeconómico sostenible de Aragón. Un enfoque sociológico y de políticas públicas Universidad de Zaragoza Servicio de Publicaciones ISSN 2254-7606. Repositorio https://zaguan.unizar.es/
- Marmolejo Martín, J.A., Espejo Montes, Rosa M., Moral Cuadra, S., Solano Sánchez, M.A. (2023). La potencialidad del astroturismo en Andalucía. Una apuesta por el fomento de la ciencia y del turismo sostenible en zonas rurales. Cátedra de Gestión Turística, Empleo y Desarrollo (Universidad de Granada). Disponible en: enlace a catedraturismo.ugr.es
- Manifiesto fundacional del porta Heritage of Astronomy UNESCO–IAU enlace a iau.org
- Reposicionamiento de la Isla de la Palma. Nota web LeoParnets del 13 de noviembre de 2020. Webbackmachine.
- Objetivos de la iniciativa Starlight 2007 . Consulta.